Hoy, he comprendido el gran problema de Argentina, es que a los que como yo nacimos bajo la dictadura. A la gente, de la calle, no le importa, lo que pase o deje de pasar en nuestro país. Dicen algunos expertos que hasta que no les tocas el bolsillo no reaccionan, en mi opinión, no es así.
El problema, es que no nos importa nada, porque como pueblo no hemos salido de la pubertad: somos ¨Eternos adolescentes¨ de ahí que carecemos de Ecuación Cívica. En este sentido, el cambio hacia la adultez sólo puede darse si cada persona es un ciudadano participativo y creativo, desde el pequeño espacio de cada uno. Su aporte individual, sumado al de otras personas, es la fuerza dinamizadora que incentiva el perfeccionamiento de la sociedad logrando así materializar la idea que la organización política de la sociedad es también perfectible, principio que es consustancial a la idea de la democracia. De esto se desprende que la educación política o formación cívica de cada persona es permanente: así lo requiere la democracia, lo demanda la sociedad global y, por último, así lo necesita la persona humana. Además, la educación cívica debe ser válida para todos los ciudadanos, es decir, debe tener el carácter de universalidad, para lo cual debe tener como fundamento los valores universales del ser humano que, por otro lado, también fundamentan la democracia.
: No podemos ser impávidos observadores frente a los gobernantes que apuestan a la indiferencia y/o ignorancia del pueblo. Aplaudimos a países como Chile hasta Uruguay, sin mencionar países europeos que han salido de catástrofes. Aquí en, la democracia no está dejándose ver, para que realmente vuelva debemos ejercer el título que tenemos de Ciudadano, entonces ahí: el populismo enfrenta a su peor enemigo, un pueblo educado, culto y responsable, un pueblo que levanta su mirada y dice basta al abuso.
Debemos ser concientes que el futuro necesario, las verdades eficientes por generaciones con capacidad de vivir y producir en el país, de trabajar y vivir, de crecer y dejar a nuestros hijos nada menos que un país digno en donde vivir.
Basta de disminuir a quienes disienten con el gobierno y la política empleada, basta de insensatos discursos divisores y amenazantes.
El populismo tiene sus cómplices, pero siempre se debilitará frente a la sabiduría del soberano. Seamos claros, no tengamos miedo.
Los argentinos somos concientes del abuso, la inestabilidad, el cero crecimiento, el pacto antiético, la demagogia y el autoritarismo. Entonces no nos perdamos ésta vez en el escepticismo.
Me gustaría la opinión de Ustedes, que cosas harían o les agradaría para nuestro país, no solo en lo político sino en todo, para llegar a la mayoría de edad y ejercer nuestro derecho de ciudadano, cualquiera que sea nuestra ideología.